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Demasiado blando... |
Tan sencillo como eso. En el blog Prócer Progresista me apropié de una acertada frase de un desafortunado personaje de la vida nacional, famoso por su sesgo y su intolerancia: hay que llorar por ambos ojos. Mi visión de las cosas no está para ignorar los excesos de nadie. Constantemente pedimos tolerancia y respeto a la diferencia, pero somos (y aquí me refiero a quienes somos de pensamiento liberal) sumamente selectivos para dirigir estas peticiones: normalmente las hacemos a quienes a base de razonamiento y una cultura común estarían más cerca de cumplirlas que aquellos quienes ignoran por completo y a punta de barbarie nos atemorizan pero no nos atrevemos a admitirlo.El que sentencia una causa sin oír la parte opuesta, aunque sentencie lo justo es injusta esa sentencia.Una cita de Jorge Eliécer Gaitán que es prácticamente un lugar común, una frase de cajón, una verdad tan evidente que termina por volverse insubstancial. Pero, ¿alguien escuchó acaso a
Bibi Aisha en Afganistán? ¿Su marido la vería como a un ser humano o como a ganado que habla? El honor del infeliz quedó "reparado" de la manera más barbárica e inhumana de que se tenga noticia. ¿El crimen? Aisha intentó abandonarlo por los maltratos y vejámenes sufridos. ¿Su actual refugio? En Occidente, en el vilipendiado Estados Unidos.
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Es repugnante lo que le hicieron |
Así como la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales prefiere investigar a quienes desean cumplir con la ley, así como los periodistas prefieren
ensañarse con los humildes, antes que denunciar a los poderosos y sus abusos, de la misma forma nos hace falta exigirles más tolerancia y respeto para los más intolerantes e irrespetuosos. Si de verdad estamos contra
la violencia de género, es ho
ra de denunciar el apartheid
cultural que se está implantando silenciosamente en el país. No hay consideración cultural milenaria que valga; es hora de recordar que la tolerancia también tiene un límite.
Sí, es posible coexistir, pero primero que aprendan a coexistir los más recalcitrantes. |
That's more I like it! |
As simple as that. I decided to use at Progressive Hero blog an aphorism coined by an unfortunate character, better know for its bias and intolerance: we must cry with both eyes. My view of things is not to ignore and condone the excesses of anyone. We constantly ask for tolerance and demand respect for the difference, but we (and here I refer to those who are liberal-minded) are highly selective to address these requests, normally present these demands to those that, based on reasoning and a common culture would be closer to fulfill them, instead of those who like to ignore them completely and frighten us but we dare not admit it.
Those who give a sentence in a case without hearing the other side, no matter how fair is that sentence, becomes unfair because of this.
An aphorism by Jorge Eliecer Gaitan that is practically a cliche, a platitude, a truth so obvious that it ends up becoming insubstantial. But, did perhaps someone heard Aisha Bibi in Afghanistan? Did her husband consider her as a human being or as talking cattle? The honor of the unfortunate was "repaired" in the most barbaric and inhumane way by using an uncivilized law to enforce punishment. Which was that crime? Aisha tried to leave her husband because of the abuse and humiliation suffered. Where lies her current shelter? In the West, in the much-maligned United States of America. |
If I were her, I wish I've never made the cover of Time |
Just as the Tax Enforcement and Customs prefer to pick on those who want to fully comply with the law, as well as the journalists prefer picking on the humble and leave the powerful alone, it's just the same when don't demand more tolerance and respect to the most intolerant and disrespectful out of fear. If you really are against violence against women, it is time to denounce the cultural apartheid is being implemented quietly and swiftly in this country. No ancient culture should be taken into consideration to condone anything, and it is time to remember that tolerance also has its limits.
Yes, it is possible to coexist, but first the most recalcitrant ones must learn to coexist with the most tolerant ones.
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