El Senado boliviano bien que la sacó del estadio. En nombre de proscribir el racismo, se ha aprobado una
ley que no nuy sutilmente convierte en criminal a todo aquel que sea señalado de racista. La llamada Ley N-737 Contra el Racismo y toda Forma de Discriminación, en su artículo 16,
dicta sanciones económicas e incluso el cierre de medios de comunicación que publiquen lo que el gobierno considere "ideas racistas y discriminatorias", y el artículo 23 fija que los periodistas y dueños de medios acusados de racismo no podrán acogerse a
fuero alguno al ser procesados.
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¿De qué se quejan? Si antes de la colonia tampoco había democracia! |
Esto es muy conveniente para un presidente que gusta de etiquetar a sus contradictores como racistas. Esta ley no es muy diferente de las leyes contra el "
hate speech", que sólo suelen
aplicar contra cierto tipo de personas, porque cuando se profesa la ideología
correcta, simplemente se dejan pasar por alto las ofensas.
Precisamente por el alto grado de politización que implica el empleo de este tipo de leyes, condeno todo tipo de restricciones que se quieran imponer al derecho de libertad de expresión, por muy desagradable que sea lo que alguien quiera decir.
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En estos platos comerán los infractores... ya se imaginan qué, je, je ,je. |
Por lo mismo me opongo a la adopción de lo
políticamente correcto, porque más que proteger, lo que busca es disfrazar a punta de
eufemismos situaciones atroces o de convertir irónicamente en estereotipos a las personas y de separar en la práctica lo que de intención busca unir. Evo Morales le está dando un mal nombre al indigenismo, al darle un rostro y actitud intolerantes, beligerantes y facistas. La libertad de poder decir lo que se piensa sin temor a represalias del estado o del gobierno es un derecho fundamental. El estado no debe atribuirse la decisión de que está permitido o no, porque las buenas intenciones siempre terminarán en abuso.
Morales ratificó el jueves su rechazo a las protestas de medios y periodistas porque, a su juicio, usan la libertad de expresión como "pretexto" para defender posturas racistas. El Presidente defendió la norma como un paso de "descolonización".
El Inquisidor Morales (a partir de ahora así será denominado en este blog) piensa con cuatrocientos años de retraso. Y en Colombia, más de uno también.
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