Hace ya algún tiempo fue detenido en Rusia nada menos que don Yair Klein, el mercenario instructor de carniceros asesinos y terroristas del cartel de Medellín y de los paramilitares también. Una desafortunada declaración del locuaz, locato y entonces vicepresidente Francisco Santos sirvió para que la defensa del mercenario consiguiera la no extradición a Colombia.
La ley de las consecuencias inintencionadas o "el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones." Daniel Samper Ospina, director de la revista SOHO, tiene complejo de creerse nuestro Larry Flynt criollo. O las ventas de la revistas necesitaban el estímulo de una buena controversia. O se la tiene dedicada en ese estilo de humor solapadamente bellaco que lo caracteriza a personajes de la talla de José Galat y Alejandro Ordóñez. El caso es que publicó unas fotos que hacen alegoría al caso de los sacerdotes católicos pedófilos con auténticos menores de edad desnudos figurando en ellas. Es casi una ecuación matemática (o una derivada): Samper Ospina se aferrará con cara de yo no fui a su papel de mártir de la libertad de expresión, mientras el procurador y sus cofrades serán pintados como la partida de reaccionarios que son, y el caso será fallado a favor de la revista SOHO.
Mientras tanto, cada de vez en cuando son atrapados en este país degenerados locales y del extranjero que invirtiendo muy pocos pesos (o dólares) logran hacerse cochinamente ricos filmando y vendiendo asquerosa pornografía infantil. Hace algunos días detuvieron en España a un pederasta natural de ese país (casado con una colombiana) por este motivo, y lo primero que pidió (más bien suplicó) fue no ser extraditado a Colombia.
Y la próxima vez que venga, sólo tendrá que ponerse una sotana y decir que su "obra" es una perfomance artística que denuncia el abuso de los curas pederastas.
La ley de las consecuencias inintencionadas o "el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones." Daniel Samper Ospina, director de la revista SOHO, tiene complejo de creerse nuestro Larry Flynt criollo. O las ventas de la revistas necesitaban el estímulo de una buena controversia. O se la tiene dedicada en ese estilo de humor solapadamente bellaco que lo caracteriza a personajes de la talla de José Galat y Alejandro Ordóñez. El caso es que publicó unas fotos que hacen alegoría al caso de los sacerdotes católicos pedófilos con auténticos menores de edad desnudos figurando en ellas. Es casi una ecuación matemática (o una derivada): Samper Ospina se aferrará con cara de yo no fui a su papel de mártir de la libertad de expresión, mientras el procurador y sus cofrades serán pintados como la partida de reaccionarios que son, y el caso será fallado a favor de la revista SOHO.
Mientras tanto, cada de vez en cuando son atrapados en este país degenerados locales y del extranjero que invirtiendo muy pocos pesos (o dólares) logran hacerse cochinamente ricos filmando y vendiendo asquerosa pornografía infantil. Hace algunos días detuvieron en España a un pederasta natural de ese país (casado con una colombiana) por este motivo, y lo primero que pidió (más bien suplicó) fue no ser extraditado a Colombia.
Y la próxima vez que venga, sólo tendrá que ponerse una sotana y decir que su "obra" es una perfomance artística que denuncia el abuso de los curas pederastas.
Probablemente ya tendrá precedentes jurídicos que lo respalden.
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